domingo, 30 de diciembre de 2007

2007 (parte II)

domingo, 30 de diciembre de 2007
Resulta tremendamente complicado resumir el 2007 en términos de libros, cine y música, pues leí poco, fui a pocos recitales, no me compré discos y al cine alcancé a ir algunas veces tan solo. Qué mierda. Por lo tanto, el siguiente resumen es angosto, personalísimo, fuera de tiempo y algo irresponsable. Pero sirve para compartir algunos gustos con todos mis amigos. Qué mierda...

MUSICA
Fuera ya del tren de la música por un año y algo más, me cuesta colocarme al tanto de lo que se escucha estos días. Mis fuentes de investigación siguen siendo las de siempre pero no las visito tan a menudo. Sigo siendo de los que se niega a la nostalgia porque estoy constantemente pidiendo más. Escucho ahora más música clásica que nunca antes en mi vida, lo que es una ventaja espiritual. Sigo suscrito a una revista y me compro otra en el kiosko. Con la pega de la radio solía tener a mi favor algunos discos. Ahora bajo todo indiscriminadamente de internet. Y perdonen si no hay tanto sonido local. Nunca fui amigo de los sonidos emergentes chilenos.

Pero según yo, y a favor de lo nuevo por siempre, los mejores discos a mi entender son:

5to lugar: Francisca Valenzuela, Muérdete la Lengua. Maravilloso. Verla en vivo es un espectáculo sobrecogedor. Es fácil aprenderse sus letras que no son nada predecibles. Tiene algo del sabor y rabia de voces como Fiona Apple, su más evidente inspiradora, pero al mismo tiempo suena chilena. Hace años que la conozco, pero como la luz pública fue entre el 2006 y este año, la coloco como lo más importante y lo único realmente trascendente de nuestra patética escena local.

4to lugar: Radiohead, In Rainbows. Sucedieron varias cosas simultáneamente. Una banda enorme se pasó por la raja la industria y ofreció su disco al mejor postor. Igual ganaron plata sin prensarlo. Luego lo sacan a un precio prohibitivo con un booklet de lujo y todos quieren que sea su regalo de navidad. Y lo más importante de todo: después de años todos estábamos con los fonos puestos un día del 2007 para escuchar un disco entero. Como antaño.

3er lugar: LCD Soundsystem, Sound of Silver. Puta el disco bueno. Si pudiese elegir ser alguien en la música, elegiría ser James Murphy. Treintón, poncherúo y bueno pal hueveo. Esto, señores, es funk punk puro. Retro. Disco. Baile. Rock. Hueveo. Un disco que inevitablemente te hace sonreír.

2do lugar: Nine Inch Nails, Year Zero. Ignorado por años en nuestro país, Trent Reznor tiene más vigencia que cualquiera de sus imitadores, entre ellos, por cierto, Marilyn Manson (que tuvo un 2007 horrible). Después de With Teeth, fue sorpresivo que se lanzara con otro disco tan luego, el cual estuvo acompañado de una promoción conceptual de meses, muy bien planificada, que logró posicionarlo sin gastar grandes cantidades en marketing. Este es un disco clásico y a la vanguardia a la vez. Fuerte, violento, pero intrínsecamente bello, por sus melodías y sus coros memorables. Es conceptual y verosímil. Es pesimista pero esperanzador.

1er lugar: The Good The Bad And The Queen, Homónimo. Recuerdo cuando un amigo me dijo que Damon Albarn estaba haciendo un disco con Paul Simonon de los Clash. Yo me dije "esta es otra del niñito inconformista de Blur", aludiendo a que nunca ha podido superar la partida de Graham Coxon. Albarn, muy inglés él, resulta hostigoso en su persecusión de la canción perfecta, mezclando sus universos y obsesiones personales. Todo suena a Albarn en el parque temático de Blur. Pero de pronto escuché "Herculean". Y luego "Kingdom of Doom". Una par de temas simpáticos. Pero me percato que es el único disco que escucho en mi auto cuando voy solo. Si me demoro, lo vuelvo a escuchar, teniendo un estuche con 50 discos más. Cuando hago cola, tarareo tres canciones del disco. Cuando navego pienso que lo último que haré antes de cerrar sesión es buscar e imprimir los acordes de "Kingdom of Doom". Y me la quiero aprender bien.

LIBROS
Mala cosa. Leí poco. Tragedia. Estoy presto a devorar mi regalo de navidad, la biografía de Pink Floyd escrita por Nick Mason, que destiné para enero. En estos momentos leo Artemis Fowl con bastante entusiasmo. Y me doy cuenta de que por culpa del 2007 he preferido libros de fantasía, juveniles y livianos. No todos ellos editados el 2007 por cierto. Ahora, hay que darle a esta sección algo de actualidad y por eso incluiré esencialmente dos textos.

Bag of bones (Bolsa de huesos) de Stephen King. No sé qué es más grande. Si la capacidad prolífica de sacar tanto libro o darse vueltas en tantas ideas similares. Porque los libros de King son las mismas ideas una y otra vez recocidas, con mejores y peores resultados. Por el lado bueno, estamos frente a un tipo que, por este mismo ejercicio, mejora con los años. Porque más de un tercio de su obra es derechamente un bodrio, pero cuando resplandece, como el pequeño Danny Torrance, es impresionante y te olvidas que estás leyendo. Eso sucede con Bolsa de Huesos. Es personal, emotiva, creíble, diabólica. Es real. Es empática. Un escritor de novelas de medio pelo enviuda. Luego tiene bloqueo mental. Y tenía dos novelas guardadas en una caja fuerte. Las sacaba de acuerdo a la necesidad del mercado (su crítica y referencia a otros autores del mundo real resultan muy jocosas) hasta que se le acaban. Eveltualmente, en busca de algo más parecido a una revelación vocacional, vuelve a su cabaña de vacaciones, donde agolpan fantasmas y recuerdos. Ahí conoce a una niñita de 4 años. Y a su madre, una chica de 21, tremendamente atractiva. Y todo se da vueltas.

Harry Potter & the deadly hallows, de J. K. Rowling. Dígame lo que quiera. Confieso ser de aquellos que pidió el libro por internet y que luego de que llegó lo devoré en 4 días. Podría haber ido más rápido, pero tengo familia. Hay una sola desventaja en este último libro de la saga del mago Harry Potter que es llegar desinformado por no haber tenido conocimiento de los otros seis que le anteceden. Y la ventaja es que cada libro es eventualmente una película. Mi recomendación es, entonces, que usted vea las 6 películas cuando estén todas disponibles. Son fieles al relato original aunque resumen muchas cosas. Y luego lea este libro. Le podría recomendar que fuese purista y que leyese 6 volúmenes antes. Pero no hay tiempo y el resto de los libros no son tan buenos como éste. Créame, soy un loser que los ha leído todos. Y la buena noticia es que la Rowling aprendió a escribir en el camino. Así, el desenlace, la tragedia, la esperanza, el conflicto, están realzados de manera épica, profunda, emocionante. Cuidado en su redacción, con diálogos verosímiles, este libro es una delicia. Está al nivel de lo espectacular que resultó su bullado lanzamiento. No haga caso de su condición de libro de moda. Si tiene la menor oportunidad, léalo. Se va a emocionar.

CINE
Acá me siento derechamente culpable, porque no recuerdo ni cinco películas que haya visto este años realmente trascendentes. Aunque, como dije, fui poco al cine, también tengo la sensación de que la calidad de las cintas no fue tan buena. Vi por ahí harto estreno chileno, que siempre es bueno y me provoca orgullo. Pero no soy capaz de elegir ni un quinteto de favoritos a riesgo de sonar absolutamente irresponsable. Más aún que lo que fui comentando música y libros. Creo que El Laberinto del Fauno debe ser lo más diferente y poderoso. Y creo también que Casino Royale le devolvió crédito a James Bond. Como soy fanático de Pixar, también creo que Ratatouille es de lo mejorcito. Y de las cosas atrasadas que vi en el cable creo que The constant gardener (El jardinero fiel) es extraordinaria. Ahi fueron cuatro. No se me ocurre más. Sólo puedo desear a estas alturas que el 2008 tenga muchos más libros, cine y música.

Abrazos y buenos deseos para todos.

viernes, 21 de diciembre de 2007

2007 (parte I)

viernes, 21 de diciembre de 2007
Tan solo debido al nuevo sistema de transportes que se inventó para reemplazar a las añoradas micros amarillas, este año podría ser considerado una mierda. Fíjese que a mí me pasaron hartas huevadas personales que me han dejado fuera de pegas con contrato. Pero, por otro lado, al llegar los últimos días de diciembre, tengo un panorama súper activo y bastante tiempo libre para un 2008 que tendrá menos lucas pero más cosas diversas.

Ahora, entre los elementos que no me puedo sacar de la cabeza cada final de año están el resumir y elegir lo mejor o lo peor. Lo hice editorialmente en diferentes medios. La diferencia, al ser este tan solo un blog personal, es que en vez de ser lo mejor o lo peor, simplemente serán elecciones personales de cosas.

Por lo tanto, el posteo sólo servirá y cumplirá su propósito desde el momento en que aparezcan vuestras opiniones personales. Os daréis cuenta además de que muchas veces lo destacado no necesariamente pertenece al ámbito estricto del 2007. Pero el énfasis desde lo personal nuevamente se impone como (des)criterio principal.

TELEVISION ABIERTA:
Lo mejor: Diagnóstico, de canal 13. El reportaje de los obesos fue sobrecogedor. Cómo comen los chilenos. Los seguimientos. En fin.
Lo peor: Cualquier programa de Mega.
Lo más novedoso: El Club de la Comedia de CHV. Y pensar que VIA X me pidió a principios de años que les pidiera a cada uno de ellos que se quedaran por 300 lucas para todo un año más de SCA. Habría sido la peor estafa de la tv. Por suerte ellos se fueron y triunfaron. Y por suerte también me echaron de ese lugar.
Mejor serie: Casado con Hijos, gran contradicción, por las pantallas de Mega. Para cagarse de la risa. Mención honrosa para Alguien te Mira de TVN, que ahora salió en dvd.
Mejor programa infantil: Pulentos, de Canal 13, lejos.
Teleserie: Belissima, de canal 13. Las ventajas de estar con tiempo y poder ver la novela brasileña de después de almuerzo.


TELEVISION CABLE:
Mejor serie: The Sopranos por HBO. Indiscutiblemente la mejor, pues la venía siguiendo de años. Y sí, reconozco que el final me dejó pagando. Mención honrosa para Life on Mars, también de HBO, cuya segunda temporada viene ahora en enero del 2008. Imperdible.
Mejor serie temática: Anthony Bourdain: No Reservations, por Discovery Travel & Living. Qué mejor que un chef americano y de izquierda recorriendo el mundo.
Mejor serie "humorística": Dr. House. ¿Sarcasmo esto? Queda chico. El tipo es un hijo de puta. Yo quiero ser él. Me cago de la risa. También lo pasan en TVN.
Mejor docureality: Vi varios. El de los enanos es estremecedor. Se llama Un Gran Mundo Pequeño. Pero el que me emociona a más no poder (será por los desarreglos de mi casa) es Extreme Makeover, donde te echan abajo la mediagua y te arman la mansión en una semana mientras te vas de vacaciones. Los gringos están tan faltos de cariño.
Mejor show: Canal Copano. ¿Hay algo parecido a esto en la tele? Nada se le parece. Y más encima me tocó armarlo. Esto es lo más autorreferente que he dicho en mi vida. Pero confórmense con que de loser tengo mucho: me fui antes de que explotara.
Mejor show infantil: casi lo olvido, y eso que me transformé en experto por ser padre. Hubo varios shows muy buenos. Chile ya se familiarizó el 2006 con Lazy Town y Backyardigans, que son excelentes. Pero lejos el mejor programa para niños el 2007 fue Daniel y Emily que transmite Discovery Kids. En rigor son dos programas. Dos pequeños comunes y corrientes que van a entrevistar personas en diferentes actividades. En el proceso ellos se involucran y aprenden también. Los canadienses demuestran con esto que saben demasiado de niños. El programa excede el interés que tiene para los más pendejos, que se prenden del programa hipnotizados. Increíble.
Lo peor: Girls of the Playboy Mansion, por E! Puta, las minas son ricas pero... ni un agarrón de teta, ni pelea en el barro... puros piquitos con el viejo culiao. Fome. Malo.

Ya vienen música, cine y libros... posteen sus mejores y peores del 2007.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Sting culiao (manifiesto por no tener ni uno para ir a ver a The Police)

miércoles, 5 de diciembre de 2007
Sting culiao. Sting convenció a una ex novia para meterse a Amnesty International. Era la época de su segundo disco solista, el relamido Nothing like the Sun, con el cual tuvo un protagonismo enorme en Chile, gracias a que había reiteradas referencias a las violaciones a los derechos humanos en el país ("Hey Mr. Pinochet...") . Mi novia de entonces estaba obsesionada con Sting. Decía que su música era maravillosa, que su mezcla de jazz y rock era poco menos que la forma en que sonaría la música a fines de los ochenta. Y que era el hombre de su vida, que se lo iba a hacer chupete. Afortunadamente se equivocó en el pronóstico. Pero eso no evitaba que escuchara el cassette culiao una y otra vez.

Y que finalmente se enlistara en Amnesty International.

La idea no era ir a meterse a un país en dictadura a tratar de sacar a los torturados de las cárceles. Era harto más higiénico: Amnesty te hacía llegar un informe de uno o más prisioneros en un país que no fuera el tuyo (si no, figúrate). Tu labor era enviar cartas (no e-mail entonces) a las autoridades del país en cuestión que por entonces podía ser Sudán, Brasil, India, Pakistán u otro. Muchos otros miembros de Amnesty tenían el mismo informe que tú por lo cual las autoridades responsables en el país al que se aludía recibían una lluvia de cartas de todas partes del mundo (no de span precisamente) preguntando dónde estaba tal o cuál persona.

A mi la mina me gustaba mucho. Y por ella, más que todo, me metí también en el cuento.

Sting culiao. Tener que gastar en correo internacional sin que tuviera ganas. No era que la vida de las personas amenazadas de muerte por su pensamiento político no me interesase. Estaba más prendido de lo que ocurría en Chile entonces. No me parecía tan real esto que sucedía afuera. Pero para Chile, según nos explicaban, había miembros de Amnesty en todo el mundo escribiéndole al Mamo, a Pinochet y a otras reputadas autoridades chilenas.

Al enlistarnos nos citaban a una reunión al centro de Santiago, en calle San Antonio. Yo igual me sentía como que estaba llevando a cabo algo bonito o sutilmente heróico. En ese lugar una psicóloga muy hippienta, rica, treintona, nos explicó el proceso. Yo puro le hice caso y me llevé mis carpetas con prisioneros y torturados y redacté cartas en español e inglés. Mandé varias, y mi mamá me terminó diciendo: "si quieres luchar por los derechos humanos hazlo con tu propio presupuesto". Tenía razón.

Para la época de los históricos recitales de Amnesty en Sudamérica, las cosas se pusieron más movidas. El primer recital para Chile fue en Mendoza (con Sting, Tracy Chapman y otros) porque no lo autorizaron acá. Mi novia de entonces tenía un hermano mellizo. Y en una medida que aún no comprendo autorizaron al hermano a ir a Mendoza y a mi novia no. Porque era mujer. "¿Qué chucha pasa con los derechos humanos en tu casa?", le preguntaba yo. Salía ganando de todas formas porque yo billete para ir a Mendoza no tenía y no iba a pegarme el pique solo por el Sting culiao. Pero figúrense como habrá sido ese carrete en micro por los montañas. Ir a Mendoza y volver.

Un día mi novia recortó una foto de Sting en pelota, envuelto en barro. Un desnudo frontal hecho por Annie Leibowitz, y que seguramente había salido en Vogue o Rolling Stone. El comentario era que lo tenía corto pero ancho, que estaba circuncidado, y cosas así. Su obsesión con Sting iba en aumento. Digamos que fueron otros motivos los que nos hicieron terminar. Pero dentro de las cosas que yo me bancaba de ella, era un alivio no tener de pronto a alguien al lado que hiciera mención al personaje y que colocara una y otra vez un disco insoportable en vivo llamado Bring on the Night.

Seguí yendo a Amnesty por un tiempo. Me agradaba. Seguí escribiendo esas cartas de presión. Incluso por ahí recibí de respuesta de autoridades brasileñas dentro de sobres con membretes oficiales, explicándome en portugués que no tenían idea de lo que yo estaba refiriendo y que tal persona no figuraba como presa. Pero bueno, era como una acción de consciencia.

Cuando aparecieron nuevos discos de Sting, alejados ya de la moda de preocuparse de los derechos humanos de países en vías de desarrollo, los escuché igualmente con atención para saber cómo eran. Habiéndose muerto su padre, la música que escribió fue mucho más intimista en The Soul Cages, por ejemplo. Esto probaba lo peor: Sting es, como suele ser un tipo de sus características, extremadamente egocéntrico. De ahí para adelante perdió muchas cosas: credibilidad política, credibilidad musical, popularidad. En fin.

El broche de oro fue mi encuentro con mi ya ex novia uno de esos días. Le pregunté si había escuchado el último disco de Sting: "¿Sacó un disco nuevo? No tenía idea".

Mi decisión de terminar con ella había sido, entonces, correcta.

Tiempo después comencé a escarbar los discos de The Police y me encontré con otra historia, otra música, otra cosa sumamente diferente. Lamenté no estar en el tiempo adecuado ni en el momento adecuado. Pero bueno, hace ya algunos años que la música comenzó a romper la barrera del tiempo (mi vecino tiene 12 años y es fanático de Nirvana, por ejemplo). Y me volví fanático de The Police, sin culpa, sin miramientos. La primera banda de Sting es todo lo mejor que se le ocurre a uno cuando piensa en la mejor banda de rock. Canciones infecciosas, letras ingeniosas, impredecibles de un disco a otro. Experimentales. Contagiosos. Puta, esa mezcla de reggae, punk, sexo, ska... pop del mejor... y como dice el dicho, "tu banda es tan buena como tu baterista".

Cuando escucho un disco como Ghost in the Machine pienso que a pesar de todo mi ex novia no se sentaría a escucharlo con mucha atención. A pesar de canciones como Hungry for you, por ejemplo, mi favorita del disco. De todas formas puedo apostar que ella va hoy a verlo al Nacional. Suele ser así. ¿Se acordará de Amnesty? ¿De la foto en pelota que le saco Annie Leibowitz?

Yo me acuerdo de todo. Sting culiao.

CANCIONES RECOMENDADAS

1. Hungy for you (J'aurais toujours faim de toi)
2. Demolition Man
3. Next to you
4. Be my girl - Sally
5. Roxanne
6. The bed's too big without you
7. Don't stand so close to me
8. Canary in a coalmine
9. Driven to tears
10. One world (not three)
11. Wrapped around your finger
12. Murder by numbers
13. Sinchronicity I
14. Fallout